Reinventar el amor con los ojos llenos de tierra,
con la primavera en el hombro,
con las siestas que te esperan,
reinventar las gotas que salpican mi paraguas
y a la nube pasajera que reclama sembrar en mis ojos
tu nombre y sentir que se reencarna en mi mirada,
el comienzo del baile, la lluvia festejando el lunes,
derritiendo los deseos del aire o la tempestuosa sensación
que redunda en la hoja cuando el amor
construye nardos, claveles y fresias.
Ahora si importa el olfato porque si el amor me siembra,
guardo la pasión de mis versos en lo que es semilla y arde.
Tal vez pretenda beberte, en los sorbos de mi suerte,
quizás los truenos me susurren un espacio y te reinvente.
Amor mío hasta el infinito me parece puente, amor,
cuánto te quiero y te lo digo fuerte, sé que apenas llega,
en algún sueño que se pierde, pero si la vida se hace árbol,
y en él crece lo que Dios quiere, reiventar el amor se puede.
Hoy cumplo un año más, tu gitana aprende siempre.