Aprendiendo a ensillar saberes
silvo sílabas sempiternas
intermitentes, interminables, como los desvaríos varios,
de las aves y su vuelo, atropellamiento de plumas,
explosión divergente,
de la muerte una bruma,
moho en la roca,
marrón infinita espesura,
se acerca la tormenta,
del pantalón a medio camino,
ayúdame a ser niño ,y concédeme este juego:
tu tienes asido un extremo,
a cada lado un nudo,
(es duro ser garganta,
asilo del exhabrupto,
mancedumbre del dormido)
sin hablar ni mirarme,
cogeme los pensamientos,
elévalos al futuro,
haz con ellos un mundo,
cuando llegue tu turno,
implicalos en el escándalo de perder el rumbo,
del dolor taciturno,
tel humor tierno,
de amor cojo,
del sabor ciejo,
de tus ojos rojos de llorar,
por perder la armonía, por cansar la paz de tus días,
el primor de tus juegos,
te queda bien esa corbata,
la desataremos luego,
para cantar la salida,
del que llegó primero,
tenme en la puerta un abrazo,
y olvida el reloj,
hoy es tu vez de ser feliz.