No lo puedo concebir y sin embargo está tan real como una piedra que fuera a golpear mi material cabeza.
Mi mente se resiste a continuar buscando el zapato de un miembro que ya no existe.
Siento al miembro moverse, pero sé que ya no está.
Una vela no puede arder sin oxígeno y la obscuridad te obliga a buscar más allá de las sensaciones aprendidas.
Pensé que estábamos destinados a perder aquello que creemos que necesitamos para vivir, no crei que esto significara desprenderse del objeto sino despojarse de la idea.
Las ideas parten de los deseos y los deseos necesitan de un medio que los ayuden a andar.
Sin el miembro toda percepción del deseo se reduce a una consecuencia, que por mucho que arda y tema de la obscuridad, no tardará en acabarse.
Toda separación es dolorosa.
Todo alumbramiento ha de matar lo antiguo.
Esperar es razonable...
y pretender matar una idea no.