Tengo cada día el recuerdo de muchas vidas,
porque he vivido en tantos escenarios,
que me parecen varias vidas,
cada una distinta,
con sus alegrías, con sus tristezas, con sus penares.
Como sino no fuera yo,
como si fuese otra persona el que vivió esa vida,
pues hasta se me olvida por momentos haber vivido eso,
y haber sido yo quien experimento lo vivido.
Pues noto que cada año soy distinto,
voy cambiando, ya no soy el mismo,
pues cada año es diferente,
es algo nuevo con la peculiaridad singular de lo inesperado,
de aquello que ignoramos y pareciera estar escrito.
Y si me recreo en mis vidas,
me puedo perder en el tiempo de una eterna fantasía,
de lo lejano, de lo que fue, de lo que no será ya jamás,
de la melancolía hecha lagrima en el corazón de un niño,
del corazón hecho pedazos del joven enamorado,
de los triunfos, luchas y fracasos del adulto que lucha cada batalla,
de la añoranza del que ya vivió.
La aventura de la vida la recuerdo hoy,
como si fuesen varias vidas,
en una sola de ellas, las recuerdo todas.