Un tímido, íntimo cantar se esconde
desnudando en el verso tu figura,
haciendo de tu alma la poesía
del amante que una rima procura;
pero nadie te alcanza con sus versos
y menos soñar toda tu hermosura:
sólo quien te ama íntimamente puede,
con todas sus palabras y bravura,
beberse de tus rimas los relatos
y vivirte con toda su locura.