Jesús Rodríguez Saludes

ANTIPROZAC

Al corazón que no bulle,

sangre candente.

A la oreja inservible, los cuernos

de Jericó.

Ojos renuentes a ver, que los castigue

la dicha.

 

Hay que aprender a vivir

al borde del precipicio.

Creer en la maravilla

a punto de explosionar.

El peor egoísmo es aquel

que ni siente.

 

Para el cuerpo indeciso, un aguacero

de pétalos rotos.

A la insípida vida, una incesante

revolución.

Quien confiesa morirse de amor,

que renuncie primero

a sí mismo.