Hueles a leche
dulce y blanca
como el amor
dentro de la boca,
se escapa
como el dolor en la garganta,
se atasca.
Húmedos labios con sangre encadenados
huele a carne,
prefiero la leche,
rojo y blanco se pretenden
se entienden en el silencio de los cuadros inacabados.
Huele a pintura
que también me gusta
derramada sobre el lienzo
como besos abiertos sobre la almohada.
Las manos manchadas
rojas y blancas,
Si pudiera seguir tus pasos
con la libertad de los años,
Adelante, atrás
de costado.
Dame una sombra contra la humedad bajo tu falda hambrienta,
puestos a sudar.