Alfredo Saez

Mercedes, tierra de alas para ganar el Cielo.

 

 

Ha sido la urbe de Mercedes,Uruguay, la cuna propiciatoria  de héroes de la aviación, primera mitad del siglo pasado. Buscando alturas  encontraron el sino  de la gloria y de la tragedia a un mismo instante. Desde niños sintieron el llamado de Eolo y de Ícaro y no cuenta – tampoco les habría importado- que Melpómene, siniestra, semi escondida  detrás del fuselaje,  acariciara para ellos ensueños funerarios. Ricardo Detomasi, Luis Tuya y Julio Gil Méndez, fueron sus queridos nombres.Detomasi fue el primer mártir de la aviación civil  de su país, cayendo en San Josè de Mayo cuando una pirueta arriesgada en su máquina de  precarios materiales y lonas, no fue función que le gustara a la inflexible Parca,y menos si  osara afrentarla en el desafìo de la lábil ecuación Vida-Muerte. Luis Tuya peleò en la Guerra del Chaco entre Paraguay y Bolivia; y luego con sus encendidos fuegos laurelinos de guerrero fue a la confrontaciòn Civil española . Del recio e iracundo combate en los cielos, fue precipitado a tierra con su nave,  perforada por la metralla enemiga de una mira alemana.Julio Gil concurriò a la convocatoria de la France Libre en la Segunda Guerra Mundial ante el clamor salido con patriótico ardor por el Gral. Charles de Gaulle . Tras arriesgadas campañas en diferentes frentes, aterrizò  entre los primeros aviadores aliados en el asalto final al III Reich.
Mercedes, tan pequeña... tan gran paridora de pròceres.