Que quieres que te cuente
que no sepas?; Tras tus mentiras
encontré inerte
mi fe, olvidas
tus vestidos en mi lecho, tus disfraces
en tus pasos cariño. Tengo tu cinismo
al pie de mi puerta, un arma en el cajon y el alma rota. Cuales
joyas hoy te llenan... Aun soy un mimo
ante tu cinismo querida, soy sumiso
de tus labios.
Soy preso de un pasado amargo.
Sufri el abandono en propia carne, tus fracasos.
Soy verdugo
de tu falsa verdad querida, el destino no perdona. Hoy tus miedos
me vuelven tu ángel guardián pues te protejo en cada paso.
Escritor; Eduardo Contreras