Diego Nicolás García Contreras

Elipse

Y borrar, y borrar

El aire libre ha de estallar

Eclosiona la bloom me siento fino

Frío, gélido a la interperie de volar

Aparecer tan voráz y devorar sin botas al hijo único que desborda en cantos magdalena

En aurios pantalones

en aureas impresiones 

Olvidar el kaboom y cabar profundo

Por favor no te borres 

Guárdate la piel para el final fría dama, torre inpavida ante la congoja y la carcajada delirante

Acrónomo de acordeones 

Aeródromo de micro trenes cansados 

Que guardan balas

Que guardan alas en gomas

Acaece la lluvia 

Sosiega la noche 

Acaricia los embargos, hazlos pastar a la luz de la lujuria

Al compás del llanto de los perros salvajes

Y haz crecer el deseo, portentoso,

Prófugo de los puertos, ataque al cien por ciento, 

Flor del verano

Quédate en invierno, no te marches, ni te marchites

Mancha de rojo este suelo de hielo, y quedate a tomar el té, vomita erupciones cromáticas y sonrisas

Exhala mundos

Admira órbitas de juego, 

Con el cuerpo entero

Yacenos de si

Pero no nos olvides

No te borres 

Llamita floja

Haz aparecer al mago

Al embudo

Decatona la polvora sobre la tela

Sella la sal

Abre la puerta 

Muerde la garganta sobre la cima del pródigal monte

Ámame entonces 

Y no te borres

No te vayas de mi

Anís reveladora

Núcleo manantial

Bola

Pez dorado alma blanca y negras escamas

No desaparezcas entre las aguas como quien existe solo en mundos imaginarios