Folio en blanco:
¡Maravilla!
¡Un mundo para crear!
El folio no tiene culpa,
de lo que va a reflejar.
Sin embargo… es posible
que alguien le haga pagar.
Si le molesta lo escrito,
si dice alguna verdad.
O simplemente si tiene,
alguna otra necesidad.
Folio en blanco:
¡Qué bonito!
¡Que poco te va a durar!
Tu blancura inmaculada que me tienta sin cesar,
quiere que vierta mis penas.
Que me hará bien desahogar,
-dice- mi alma y le cuente al mundo,
si es que tengo algún pesar.
Más, su blancura me inspira,
cosas buenas que contar.
Hablar de Amor y Ternura,
de Compasión y Lealtad,
de Fortaleza, Templanza,
Esperanza y Caridad,
de Valentía, de Prudencia
y de Fe en la humanidad,
Hombría de bien y Justicia,
sin que falte la Piedad,
Solidaridad extrema,
Sensatez y Castidad.
Utopías, Ilusiones,
que yo ansío en mi Humildad.
Folio en blanco:
Ya no es tanto…
Que el color blanco del folio, voy tintando sin parar.
Oscureciendo el papel y mi alma a su compás
Porque miro las noticias, oigo y leo sin parar,
y solo encuentro tragedias, desgracias sin remediar,
políticos disfrutando, en total impunidad,
de sus sueldos y prebendas, sin merecer la mitad.
No legislan para el pueblo, legislan para su igual,
solo protegen su status, su sillón en el lugar,
les da lo mismo que sea, un sillón Municipal,
de Diputado en las Cortes, (ese es fenomenal),
o puesto de consejero en empresa principal.
Lo que de verdad importa, es vivir sin trabajar.
Mientras tanto, que su pueblo no se pueda calentar
en noches de duro invierno, porque no puede pagar,
la luz que sube sin tasa, ¿A quién le puede importar?
Si creyera en la Justicia, yo aún podría esperar,
que el Cielo les demandara su tremenda INIQUIDAD.
Pero sé que la Justicia, siempre a su servicio está.
¿Qué nos queda?
¿De qué sirve protestar?
Habrá que tirarse al monte, cabezas hay que cortar,
la Revolución Francesa es la que hay que imitar,
puesto que somos vecinos….¡Las barbas a remojar