Mi capital es inmenso No tiene principio ni fin Se mueve como un delfín Es un mar tan extenso Tengo el cielo a mi alcance Mientras escucho la novena sinfonía Los pájaros vuelan con alegría Éste es un magnífico trance Beethoven era a su pesar sordo Cervantes dicen que era tartamudo Menos mal que Quevedo no era mudo Y el diós Apolo no era gordo La Venus del espejo es tentadora La Maja desnuda invita al pecado La Maja vestida se ha tapado Una de las tres Gracias es pecadora