Todos los días pienso, camino y me cuestiono...
¿Hasta cuándo?
En pie de guerra,
rompimiento de la esfera,
sueños de amor santiguados,
torturados por la misma especie;
un tiempo mitifícante,
de realces y placeres,
vislúmbrante,
desde el más triste recodo.
E inclinada,
en un espacio gris, pienso,
el vestigio más crudo que poseo,
es despertar de nuevo,
en este mundo,
opulento de desgracias.