Contra beldad semejante
No ha de haber rival alguna:
Tienes albura de luna,
Y más fulgor que el diamante.
De terso marfil tu faz
Los dioses mismos hicieron,
Y encima della, pusieron,
Toda la luz en un haz.
La cortina de la noche
A tu cabello semeja,
Y en tu níveo cuello deja,
Puesta a la luna, de broche.
Y cuando un pájaro entona
Su melodía mejor,
Hace nacer a la flor
Faltante de tu corona.