Entorno a tu sangre,
serpientes de cascabel
y aire. Caracolas, cenizas
de papel y aire.
Alrededor de tu sangre,
la mía, dispuesta sobre
un mantel de sed y de hambre.
Depósitos de agua y sal
y concertinas de estanques,
alrededor de nuestras separadas
sangres. Cintas de frío y huesos,
lejos del clavel y del aire; aire, sí,
ciego y furioso, como antes.