Late el mar de tus ojos en tu afable mirada
como verdes efluvios que se lleva el viento
en las serenas olas de la noche estrellada
hacia los profundos océanos de mis sueños.
Los dorados dardos mi corazón atraviesan
en el más callado de los silencios,
sus rojas espinas no necesitan palabras
para horadar lo más hondo de mis sentimientos.
En el tenue fulgor de la blanca alborada
su verde luz se diluye en el cielo
como suspiros que se lleva el aire
a los incógnitos piélagos del universo.
Late en tus ojos un mar de afable mirada
que tras de sí se lleva mis hondos sentimientos
como amorcillos que sonrientes saltan
en el abismo del océano de mis sueños.
En las alas del viento