El espíritu fraterno
estará siempre presente,
un cariño que se vuelve
un sentir limpio y sereno;
es un muy sincero anhelo,
una fe que no se pierde,
un compartir que no cede
a los roces del momento;
Vernos todos como hermanos
apoyarnos con franqueza
sin enojos ni resabios;
no, a las pasadas sentencias;
sí al deseo de darnos:
franco amor hecho obras buenas...