Es una inmensa alegría
que se nota y que se ve,
llegar en mi sano juicio
a la valiosa vejez.
La vejez es una dicha
que debemos disfrutar,
la vida no es un regalo
que pudiéramos comprar.
La vejez no es el ocaso
ni el final de la vida,
es un valioso tesoro
de experiencias ya vividas.
La vejez debemos verla
como un viaje por la vida,
con alegrías y tristezas
de bajadas y subidas.
Para llegar a la vejez
nos sobraran los motivos,
pero solo llegaremos
si nos mantenemos vivos.
Cuando yo era muy joven
no pensé en alcanzarla,
ahora la llevo atrapada
en el cuerpo y en la cara.
Cuando se llega a la edad
del retiro o jubilación,
cada año por vivir
se vivirá con pasión.
La vejez tiene un detalle
que la enaltece y engalana,
es ver que nuestro cabello
todo se cubre de canas.
La vejez no un problema
de una edad avanzada,
pero lo que puede ser
es juventud prolongada.
Después de criar a los hijos
con sus errores y aciertos,
llegamos a la vejez
a consentir a los nietos.
Uno sabe cuándo nace
pero no cuando se va,
y llegar a la vejez
es otra oportunidad.
La vejez no hay que verla
como un barco a la deriva,
lo importante es la actitud
que se tiene ante la vida.
Autor:Alejandro Díaz Quero
Villa de Cura,05/07/2020