Subyace en la verdad y en la mentira
el poder que conlleva la palabra, que
penetrando en la conciencia de la gente
con rigor va quedando allí instalada.
La mentira es lo que no es pero parece,
y en la insistencia por lograr ser aceptada
al fin convence al que por no pensar nada,
acredita como cierto esas palabras.
La verdad en cambio no quiere ocultar nada,
persevera y lucha por ser escuchada,
mas no le importa si lastima, ofende o sana,
tan solo pugna por dejar las cosas claras.
y así conviven en el tiempo manoseadas,
entremezcladas buscan ganarse un lugar
en cada mente, e indiferentes van olvidando
que lo valioso, en las personas tan solo
es ser honesto y ambicionar ser generoso.