la mira y no puede creer que la tiene entres sus brazos y sonríe sintiendo como si el tiempo se detuviera en su mirada. Se aferra más su cuerpo, no quiere dejarla ir... sus besos le calman la sed de su boca, su piel la necesidad de su cuerpo, su sonrisa el deseo de su alma.
Y apesar de sentir todo eso, lo sabe y le da miedo llegar a sentir algo tan fuerte que pierda la razón.
Ella que se veía tan sola en los pasillos del colegio, tan tímida, siempre fue atraído hacía ella cuando de lejos lo miraba, con tanta fuerza que él no podía evitar sentir ese poder. En ese entonces con miedo tan solo de decirle hola, se limitó solo a observarla a la distancia.
Y es increíble que después de 13 años la tiene así, desnuda y en su cama, complicandole la vida tan dulcemente.
Mientras conversaban se dijo así mismo que la alejaría, no puede posponer sus planes y muchos menos cambiar su vida por ese encuentro, pero el sabor que ella le da es tan dulce, perturbador y exitante... no quiere dejarla ir.