Con este golpeteo de la lluvia
encontramos nuestra paz y sosiego
y con su caer suave nos arrulla
encendiendo nuestro fuego;
para recordarnos, mi amor eterno.
Es tan dulce y fino su sonido
que se hace un tenue rocío
humedeciendo nuestras almas secas
para darles un eterno y azul brío;
Encontrándonos en caricias tiernas,
que le dan a nuestro mundo que amplío
entre sones fuertes y suaves
que están en la lluvia o el rocío
produciéndonos caricias en el alma
las que nos llevan a planear como las aves.
esas que sus alas abren y anchan
en un fino vuelo calmo con claves
entregando a los amores que captan
las señales que para ellos nacen
entre soles y lluvias que desclavan,
los dolores de la vida arraigados
y así abrirse camino donde se cuajan
los anhelos, las ilusiones, lo soñado.
Colorido rocío en nuestras almas
Nos mantiene el amor en el pecho,
cual tibia pasión que reclama
un pequeño lugar en nuestro lecho.
Yamila.