SE PASEABA POR EL CAMINO.
Se paseaba por el camino un soplido de bellos sueños, colores que irían vivos al mundo de los recuerdos: el mundo que era tan tuyo, también era para mí, y de ese bello futuro que yo parecía escribir.
Un soplido de nuevos sueños se paseaba por el camino, aquel que hallaba los besos tan tuyos cono eran míos: la magia que era tan tuya también venía de mí y de esa bella aventura escrita en el porvenir.
Se paseaba por el camino un soplido de bellos sueños, y el sol, que abrazó al estío, dio un día con hora y tiempo: el día que era tan tuyo, también era para mí, y de ese bello futuro que yo parecía escribir.