PÁLPITO.
Los latidos de un verso,
escrito, silente o locuaz,
es sentimiento inmerso,
de amor eterno o fugaz.
Y el corazón del Poeta,
palpita, llora o canta,
por una herida abierta
o un amor que se planta.
Y entre lloro o canto,
se hilvana el poema,
que una vez es pena,
otras tantas encanto.
Pálpito de Verso o Prosa,
sangre y corazón de papel,
vestigio de alma prodigiosa,
ante las letras siempre fiel.
Y se conjugan magistral,
Verbo, pálpito y suspiro,
una entrega existencial,
de alma, corazón y sentido.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA)
Mayo 23 del 2020.