Su mesa de noche ahora es de día
y sobre ella aparcadas a la suerte,
con la porcelana frágil e inerte,
las tazas se entregan a su agonía.
Una llena, otra medio vacía
y dos más en espera de la muerte,
aceptando que el tiempo se divierte
mientras ella enfrenta su rebeldía.
Sus ideas y su cama conspiran
para que su cuerpo allí permanezca,
cerca de sus penas y lejos de ella.
Mientras café, cocoa y té expiran
sin una luna que se compadezca,
sin una noche que ofrezca su estrella.
@lacalledelverso
#gabrielespinoza