“Sus chillidos y otros brotes.”
López, necesita, urgente,
del pañuelo de la gente,
que el pueblo “sabio”, cretino,
seque su llanto divino.
Injuriar, vejar, le encanta,
pero, ahora no se aguanta,
hoy, chilla, se victimiza,
en actitud enfermiza.
Este miércoles pasado,
se dijo el más insultado
Presidente de la historia
de México, triste gloria.
En los últimos cien años,
retórico en sus engaños,
el peje es desmemoriado,
curiosamente ha olvidado.
Que, a Fox, Calderón y a Peña,
les tiró muy dura leña,
dieciocho años en la ofensa,
cruda, soez, bien intensa.
Él, es el rey del insulto,
de las burlas, pues, al punto,
le encanta poner apodos
a sus contrarios, a todos.
“Señoritingos”, “corruptos”,
“fifis” y otros exabruptos,
profiere Amlo, al dente,
a quien se le pone en frente.
Su “cállate chachalaca”,
es joya, toda una alhaja,
en materia de la afrenta,
es bajeza que calienta.
Difama a sus “adversarios”,
de ataques diversos, varios,
lo único que interpreto
es que, Andrés, no es ser correcto.
Nunca dejará la maña,
recuerdo en plena campaña,
llamó a la guerra de memes,
el pleito trae en sus genes.
A seguidores, genuinos,
los nombró sus “solovinos”,
si a los suyos no respeta,
si sus mofas les espeta.
¿Qué esperar de un “gobernante”
que, de suyo, es un tunante,
que no más se sube al podio
se echa su discurso de odio.
Que, así, con el mazo dando,
mal, se la pasa acusando,
sin probarle nada a nadie,
tirando ponzoña al aire?
Él, que con todos se mete
y contra el mundo arremete,
que lanza, sin un descanso
su infeliz “me canso ganso”.
Siempre está muele, que muele,
sin embargo, hoy, se duele
de la respuesta, punzante,
del mexicano pensante.
Siembra rencor, tempestades,
pues, cosecha enemistades;
en su conducta, actitud,
no cabe la rectitud.
Si el ultraje jamás deja,
¿entonces, de qué se queja?,
hay un dicho que me encanta,
“el que se lleva se aguanta”.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 03 de julio del 2020
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