Tras esos inviernos y veranos donde nuestros rostros se conectaban con una sonrisa, un camanance y unos labios que impresionaban al amor, de repente algo sobre tu rostro cambió.
Hoy no sé si eres felíz o si sonríes al verme.
Tu rostro se oculta tras una mascarilla donde resaltan tus hermosos ojos.
Tus labios guardados y esperando encontrarme.
Antes te miraba y conectábamos de inmediato.
Hoy la dinámica se vuelve más interesante porque logramos conectar aunque nuestros rostros se oculten.
Nuestras miradas revelan más allá de una simple pasión.
El amor se revela en cada conexión de tu mirada.
Lo que el rostro oculta el amor lo revela.