Cuando las sombras me niegan su descanso
y permanezco impasible
erosionada por tanto hastío
oigo tus palabras abriéndose paso
tan próximas, casi al oído
te quiero, te amo...
El áspero viento se torna fresca brisa
acariciando la milenaria roca
en la oscuridad, en el silencio
me estremecen tus dedos de espuma
algo en mí bulle y se agita
te quiero, te amo…
Tus labios escalan mis muslos
poco a poco se acercan
exploran, taladran, penetran
abriendo fisuras
exponiendo estigmas por todo mi cuerpo
te quiero, te amo…
Llegado a la cima enarbolas tu bandera
el granito se licúa, se funde
al contacto de tu abrazo
sinuoso como río, abundante como mar
mi voz fosilizada resucita a la crisálida
Me hundo en sueños celebrando
te quiero, te amo...