Cruz De Luna

Perfume

Una margarita crece en mi jardín, nadie la plantó y por mucho tiempo nadie de ella se encargó, sin embargo, florece todos los años cuando el Otoño toca a mi puerta, cuando la brisa se torna fresca y las tardes de fría lluvia regresan a mi vida, como un recuerdo que cada vez se siente un poco diferente a la anterior, pero que extrañamente, siempre espero su regreso con fervor.


Pareciera que ella ama sentirse diferente, le gusta florecer cuando mis rosas y tulipanes se limitan a marchitarse, acostumbra tambalearse con elegancia al ritmo de las húmedas corrientes de aire, de todas, es la más pequeña y es la más importante, es la única a la que no necesito decirle que es hermosa porque ella ya se siente así, nunca le he dicho que la amo, pues ya lo sabe, no le gustan la palabras vacías; realmente tampoco necesito que ella me quiera, el saber que sigue ahí, para mí, le da a mi vida esa alegría que siempre le faltó.


Sé muy bien que en algún momento se marchará, delicadamente, cómo el día que floreció en mi mundo, la dejaré ir con satisfacción, pues hay algo que nadie cambiará, que aunque ella no fue mía, con honor y pasión, yo si fuí suyo.