“Su doble moral y . . . brotes.”
López necesita, urgente,
una persona decente
que lo centre, que lo oriente
de manera conveniente.
Desde inicio de pandemia
mostró cerebral anemia,
en cien días de contingencia,
carente de inteligencia.
Le dio necio, con resabio,
mal ejemplo al pueblo “sabio”,
puesto que antes de su viaje
con los gringos se hacía maje.
No había usado el cubrebocas,
su renuencia es como pocas,
tampoco se hizo un examen
del covid, todos lo saben.
Como la salud indica,
como la ciencia predica;
hoy, que va al país vecino,
transita triste destino.
De vergüenza y sumisión,
para subirse al avión,
lo sostengo en este texto,
pronto, raudo, sin pretexto.
Se hizo pruebas sin chistar,
¿Trump se sirvió, así, ordenar?,
subordinarse le importa,
también tapabocas porta.
Ya que el peje se ha dignado
¿no habrá alguno con candado?;
ampliemos, prestos, el tema
y entremos en el dilema.
Que, de suyo se hace simple,
Amlo, en México, no cumple
con las sencillas medidas
de prevención, tan pedidas.
Mas, para ir al extranjero,
es obediente, el primero,
contento en Estados Unidos
con sus amigos queridos.
Diré, de manera franca,
llegando a la Casa Blanca,
del covid le harán la prueba
cada que esta se requiera.
No es mínimo este detalle,
él, es farol de la calle
y oscuridad de su casa,
sin decoro se fracasa.
En esta gira con trotes,
el equipaje de López
solo consta de un morral,
lleva . . . su doble moral.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 08 de julio del 2020
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