Ocupas un trono que no te pertenece,
pero tan solo es cuestión de tiempo,
para que venga el reclamo del viento
y así mirar como lento te desvaneces.
La bruma que traes con tu selenosis
es muy visible a pesar de estar lejos,
aunque descifrarte no fue tan complejo,
tus ríos negros eran causa de mi psicosis.
Te coseré la boca para que no hables,
y hables de eso que de ti solo es ajeno.
Dar oídos a tus palabras es algo obsceno,
igual a degollarme el cuello con un sable.
Odio ese mensaje tuyo, tan subliminal
no sé porque te doy tanta importancia,
quizá es porque te ahogas en arrogancia,
oscuro inconsciente que vive en el cristal.