Un camino blanco siempre me sostenía
y fue una tormenta tan inesperada
que a mi sendero de negro lo volvía
pero... la esperanza aún me abrazaba.
Apreté entre mis brazos la rosa
la más bella que, perfumó mi vida
pero me clavó sus espinas escondidas .
¡No supe qué hacer aquel día
cuando mi mundo se desmoronaba!
Busqué del arcoíris su octavo color
aquel que solo yo veía
después… hasta la lluvia me robó el sol.
Hoy no sé cuál será el camino
si blanco , negro o de espinos
mi alma busca de nuevo su destino
pero hoy... apenas perfuman unos pocos lirios
y en mi corazón agonizan los latidos.
Poemas de Pepita Fernández
Argentina
07/07/20