Perdida en la noche,
grito tu ausencia.
La melancolía...
Me recuerda tu nombre,
anclado en la nostalgia.
La tristeza...
no se hizo para el alma
pero sí para el corazón,
que la siente y se vuelve
triste,
ocultándose en el baúl de
los recuerdos.
La magia...
queda en tus ojos y en tus
besos.