Mael Lorens

SE HACE CAMINO AL ANDAR AUNQUE TÚ NO ESTÉS ....

Quiero sacar la sangre de las piedras que se interponen en mi camino porque hay un Árbol que me dice educadamente, que las piedras no tienen sangre y yo me río, le contesto, que sacaré la arena y minerales que son de lo que está compuesta la piedra, porque seguramente es la sangre que corre por sus venas, y una vez que en mis manos la tenga, la echaré otra vez al camino para tapar los baches que se tornan ásperos y sinuosos, así andaré mucho más cómodo mientras sigo en ruta caminado donde no hay camino pero si estelas en mis hombros de tus cabellos largos y rubios que tanto me gustan .

Lo que no entiendo es porque ayer me dejaste solo a mitad del recorrido y me privaste de tus Labios ardientes, y como te fuiste corriendo el camino inverso como si te hubieras arrepentido de repente y olvidado que me decías a todas horas que me amabas locamente.

Al principio quedé confuso por ese detalle, me senté en la cuneta a esperarte, y para pasar el tiempo miré como venía una tormenta como indicio de que no volvería nunca más a verte, la lluvia hizo su presencia y me empapo totalmente, luego de repente dio paso a un arco iris difícil de describir, y mientras lo admiraba, aproveché para dejar todos mis Poemas a ti escritos debajo de un tronco caído, porque pensé, que si te habías ido, para que quería tus Poemas falsos y embusteros conmigo.

Intentando entenderte me sumergí hasta lo más profundo de mi interior, buscando algún porqué, pero sólo encontré un adagio precioso en Si bemol, y luego mucho dolor escondido y un desengaño para mí aún desconocido.

Pasaron las horas de espera inútil, y decidí reprender mi destino, y conforme iba sumando los pasos uno detrás de otro, comprendí que los amores viven y mueren, igual que todo, y por mucho que quieras entenderlos siempre llegas a la conclusión que nada tiene sentido, pues muchas, muchísimas veces, ni siquiera existe una respuesta coherente que aclare el misterio de porque todo que vive un día muere.

El árbol, aquel que educadamente había hablado junto con otros inexplicablemente también se echaron a correr detrás de ti, no sé realmente si todo ello era un aviso o un mal presagio pero fuera lo que fuera, yo seguí mi camino....y en el aún te sigo hablando.

Mael Lorens
Reservado el desecho
de Autor 09/07/2020