No puedo saborear ese viento de sombras
y neblinas tan azules que nos puso a recordar
que la vida a veces es una ironía de sentirte viva
en medio de tres, no puede ser,
es virar la cama al revés y lo sabes muy bien,
que en un amor, no pueden haber tres.
Te sobraron palabras en el silencio del vuelo
que hasta a ti llegó, para luego decirte, no puedo, no.
Ni tampoco puedo lanzarme contigo en el ruedo
cuando tanto faltó, no puedo seguir viviendo así,
si la luna de plata sabe como existir
tendré que hacerlo yo.
No quiero mil veces no
te lo he dicho hasta en réplicas de amor,
búscate un cirujano que te fabrique mejor
porque a la hora de amar se necesitan fuerzas
masculinas de esas que en un girón de locura
te haga sentir tu figura que se levanta desde el suelo
para llegar al punto de volver atrás
no puedo, no quiero no,
para que insistir, dejaste el amor sin hacerlo revivir
tantas noches brillando la luna afuera
nadando en la enfermedad
dentro de un oscuro amor.