Se me extravió un cuento y un niño lo encontró, Ahora él cuenta que tiene un cuento, porque yo, ya no cuento con ese cuento. (Alejandro Díaz)
Se acercaba el día de la fiesta de gala, que, al igual que todos los años, pronto harían en la pradera. Sin embargo las pobres flores de Girasol estaban preocupadas, pues no tenían vestido nuevo para ir a la fiesta.
Mis amigas las rosas y claveles
Irán con vestidos de distintos colores ;
Colores intensos, colores pasteles
Y lucirán bellas entre las mejores
En eso pasó un colibrí que alegre revoloteaba, saludando de flor en flor, y besando a todas, en su beso rápido y sencillo, como suelen besarse los amigos; y al escuchar las quejas de inmediato le contestó:
Ellas lucen distintos ropajes
con pétalos tersos y relucientes
Pero tú con ellas no te compares
Porqué tú eres diferente.
Y por más que el colibrí les daba consejos, éstos seguían en su tristeza, ya que todas sus amigas lucirían vestidos y faldas diferentes, en cambio ellas, siempre irían con el mismo vestido
Ya me imagino a las cayenas,
A las orquídeas coloridas y vistosas
Hablando del vestido que uno lleva
Porque son bellas, pero chismosas
Ya veré a las margaritas
Moradas, amarillas y blancas
Luciendo también bonitas
Al igual que otras tantas.
No se avergüencen amigas, volvió a replicar el colibrí, cada quién que se vista a su manera para recibir alegre a la primavera…Y ustedes aunque luzcan de modo sencillo, se ven hermosas con su vestido amarillo
Y así termina este cuentecillo
Donde los girasoles lucieron muy risueños
Todos en primavera se vistieron de amarillo,
Pero eso sí, ¡con vestidos nuevos!
Lo importante no es el color de la ropa,
Lo que importa es la forma en que haces gala
Seas clavel, orquídea o rosa,
Lúcete y sonríe, ¡como si nada!