alguien tiembla en la oscuridad de este cuarto vacío.
algo torna a consolar una soledad del que ríe ultimo ríe de más.
la otredad puedese oler en los espejos.
abandono un fuego a su suerte, cuando sube un ave con su canto a una nube de azul, más canta más se eleva.
tanto silencio ávido de trinos como los del pájaro aquel, al oírlo hasta la muerte resulta justo destino.
mientras baja sobre los escombros una lluvia de compromiso