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AMAR NUESTRO REGALO

  Somos muchos, los que deseamos una vida que arda, y que nos haga reír a carcajadas. No queremos llegar al final, o al mañana incluso, y darnos cuenta de que nuestra vida es un conjunto de reuniones, recibos y  otras actuaciones para nada deseadas. Queremos en ciertas ocasiones, cantar en voz alta mientras viajamos en nuestro auto con las ventanas bien abiertas... Queremos dormir, entre sábanas blancas o de satén, acudir a esas fiestas que son de nuestro agrado, leer algún que otro libro, que nos haga pasar un rato agradable, olvidando algunas obligaciones... Deseamos hacer reír a Dios todos los días, porque nos alegra que diera vida, a alguien que ama su regalo.