Al llegar a mi vida me envolviste
con la dulzura de tu amor maduro
y encontré en tus brazos el seguro
puerto- refugio para mi alma triste.
Y a mis dias sin luz por tantos años,
alegría y fulgor les regalabas!…
como amor a la tuya yo le daba
lejos del temor y los engaños.
Remanso de quietud al fin hallado
fue mi vivir sin penas ni reproches,
desde que te pusiste a mi lado
Y fue un amor por años compartido
de mutua comunión, sin nubes malas,
amor que siento aún, aunque te has ido.