Lourdes Aguilar

MIEDO

Pudo ser que fueses dueño de tu vida

Alguna vez feliz amándote y decidiendo

En lugar de aceptar con esa resignación

Enfermiza que ahora te consume

No te ofendas, a mi me pasa todavía

que suelo retroceder ante su asedio

¿Lo has visto? Es una sombra

Una sombra que nos sigue a todas partes,

Adherida desde la existencia

Y en la  oscuridad se hace más densa

Tanto que  al encararla como burla se carcajea

Y si gritamos nadie nuestro alarido escucha

¿Lo sientes? También es mordaza

Es una mordaza que sella nuestra boca

Nos ata de manos y de pies en momentos decisivos

Es cadena cuyo diámetro desespera

Jaula en cuyo espacio revoloteamos

Y nuestras protestas

Y nuestros lamentos nos consumen

Pero al final nos acostumbramos

¿Lo cargas? Es muy pesado

Es roca irregular, fardo abrumador

Que a cuestas llevamos todo el tiempo

Y aunque nos aplasta y nos enferma

Incapaces somos de soltarlo

Nos deja así: débiles, agotados y prisioneros

Empaña nuestra vista, ahoga las palabras

Y agita el corazón

Circula entre las redes, sale de las pantallas

Como bandadas de vampiros a cada rato

Infectando nuestra existencia como virus

Esparce su sombra, sus cadenas, sus mordazas

Y su peso

Quiere eso: tus ojos azorados, la incertidumbre

Pero, si después de su embate recuperas la postura

Y respiras hondamente

Sentirás tu corazón latir dándote un remedio: ama

Ama la vida y el amor ilumine esas sombras

Ama la vida y su libertad rompa las cadenas y jaulas

en donde te halles retenido

Ama la vida y en sus manifestaciones arrojes todo peso

Ama la vida, admira la belleza que desempañe tu mirada

Y consuele los dolores

Viajemos ligeros, con los brazos y los pies desnudos

Mojáte conmigo en la lluvia y sus gotas nos renueven

Ama la brisa que insufla nuestros pulmones

Y así cuando debamos dar el último suspiro

Sea sonriendo y mirando al cielo para decir:

Gracias doy por haber vivido