Pudo ser que fueses dueño de tu vida
Alguna vez feliz amándote y decidiendo
En lugar de aceptar con esa resignación
Enfermiza que ahora te consume
No te ofendas, a mi me pasa todavía
que suelo retroceder ante su asedio
¿Lo has visto? Es una sombra
Una sombra que nos sigue a todas partes,
Adherida desde la existencia
Y en la oscuridad se hace más densa
Tanto que al encararla como burla se carcajea
Y si gritamos nadie nuestro alarido escucha
¿Lo sientes? También es mordaza
Es una mordaza que sella nuestra boca
Nos ata de manos y de pies en momentos decisivos
Es cadena cuyo diámetro desespera
Jaula en cuyo espacio revoloteamos
Y nuestras protestas
Y nuestros lamentos nos consumen
Pero al final nos acostumbramos
¿Lo cargas? Es muy pesado
Es roca irregular, fardo abrumador
Que a cuestas llevamos todo el tiempo
Y aunque nos aplasta y nos enferma
Incapaces somos de soltarlo
Nos deja así: débiles, agotados y prisioneros
Empaña nuestra vista, ahoga las palabras
Y agita el corazón
Circula entre las redes, sale de las pantallas
Como bandadas de vampiros a cada rato
Infectando nuestra existencia como virus
Esparce su sombra, sus cadenas, sus mordazas
Y su peso
Quiere eso: tus ojos azorados, la incertidumbre
Pero, si después de su embate recuperas la postura
Y respiras hondamente
Sentirás tu corazón latir dándote un remedio: ama
Ama la vida y el amor ilumine esas sombras
Ama la vida y su libertad rompa las cadenas y jaulas
en donde te halles retenido
Ama la vida y en sus manifestaciones arrojes todo peso
Ama la vida, admira la belleza que desempañe tu mirada
Y consuele los dolores
Viajemos ligeros, con los brazos y los pies desnudos
Mojáte conmigo en la lluvia y sus gotas nos renueven
Ama la brisa que insufla nuestros pulmones
Y así cuando debamos dar el último suspiro
Sea sonriendo y mirando al cielo para decir:
Gracias doy por haber vivido