POESÍA VERNÁCULA
DESEOS DE TEJONCITO
Al contemplar la primura,
de tu saludable figura.
La entelequia de mi mente,
tanto tiempo, inerme,
de lúbricos deseos se alborota.
En esos instantes.
A mi mente acude el morboso
deseo del tejoncito.
Que se sube a la milpita,
Escoge su masorquita,
la pela hojita por hojita,
hasta dejarla encueradita,
pa’ poderla saborear.
¿Quieres ser la milpita?
bambam