Lluvia que te camuflas en esta triste noche de soledad, que te refugias en el hecho de tenerla y no tenerla, que corroes cada parte de mi buscando la manera de olvidarla y a la ves poseerla. Lluvia Perversa y sin corazón que te robas los sentimientos de esta pobre alma, que disfrutas el dolor que causa su ausencia, que te escondes detrás de mis ojos confundiendo a un cuerpo andante.
Lluvia fría, más fría que aquellos sentimientos encontrados en el cascarón de este cuerpo que fijan su mirarada al cielo para confundirte, que intentan engañarte y alejarte para que no descubras que al final de esta lluvia sólo quedarán pedazos de migajas de un poeta que cambió su alma por pequeñas palabras para ti.
Ahora que aún tienes tiempo huye, eres demasiado para tan poco, eres mar en esta lluvia triste, eres demasiado.