Ella, tan hermosa y bella, delicada como la naturaleza.
Esplendorosa, maravillosa, sin error a tal punto de decirse que es y fue la mejor recompensa.
Ella, quien cautiva con su humor, la que calma el llanto abrumador, la que quien con hermoso aspecto resplandor...
puede cambiar al más feroz y temible cazador.
Ella, la que sin decir mucho dice todo, quien mi atención y sentimientos escucha,
por la que mi entorpecida alma no valoro ni lucho.