Dejo que mi río siga el curso
y riegue pradera chamuscada,
así quedará cauterizada,
en tanto, me calmo en el trancurso.
Sin excusarme en vano discurso,
permito risa ser golpeada,
permito mejilla ser regada
pues sin duda, es mi último recurso.
Lágrimas no las he interrumpido..
de ser niño no me diferencio
pues emociones me han sacudido
Aunque con lamentos me evidencio
arrugado por dentro, he aprendido,
¡Qué duele más llorar en silencio!
Luis. Angel Castillo Aguirre
Los Derechos Reservados // 21-01.2020 //
Foto tomado de Red