Tus labios son mi refugio, y en tus ojos perdido estoy.
Siento que tus manos son mis caricias,
ya que tus abrazos no me dicen quién soy.
Explosión paranoica de mil noches en vela,
que elevan nuestro espíritu al infinito.
Mentes que entre sí se iluminan,
llenando el abismo de luz.
Sentir que tu sonrisa me hipnotiza,
que con cada gesto te apoderas
de mí débil voluntad.
Mi mente y mi corazón en ti viven,
y solamente piensan y laten por ti.
Y cuál perro enamorado de la luna, te doy
mis aullidos nocturnos, cargados de mil sensaciones, que vibran en todo mi interior.
Palpitando y ardiendo con mil soles,
junto a ti, mi dama de índigo vestido.
mi amor.
Eternas Lunas-.