Voces femeninas alegran la mañana Cantan a la flor más divina, el azafrán El color y su precioso aroma llenan el aire Son felices y tranquilos el marrano y la marrana Se pasea desorientado el alacran Está ausente de la fiesta el desaire En lo alto del monte espera mi serrana Bailar un sentido fandango Cantar con ritmo unas guajiras Tocar con arte la callada guitarra Andar descalzo por el fango Olvidar ahora todas las iras Tomar una copa de vino en la barra Volver a pelar la pava En tu ventana sin reja A la luz de la luna Qué pena esto se acaba No se oye ninguna queja Y la nena duerme en su cuna