A vos te debo mucho, y no tengo forma de pagarte, más que con este poema,
al conocerte era el boceto de una figura humana, consumido por penas y parásitos,
me faltaban que me pinten, pero tan solo tenía un crayón negro, cada vez que llovía
yo casi me borraba, construí un refugio bajo un arbol podrido y malvado, y temía salir
por si garuaba, viví mucho tiempo tomando precauciones, vistiendo siempre un piloto,
un paraguas, un cronómetro, lentes de sol, casco, aspirinas, vendas y camuflaje.
Un día llegaste a mi refugio y charlamos:
"-¿Por qué vivís acá?
-Porque tengo miedo
-¿A qué tenés miedo?
-Le temo al agua y al trueno, al sol y a la sequía, a la nieve y al frío, a las voces
que me buscan, a los trajes apretados, a los libros aburridos, a los dolores de muela
y los ojos fijos, a mi fealdad y a mis manos, a la angustia de vivir y equivocarse, y
sobre todo, a vos.
Volviste al próximo día y el cielo se despejó un poco, me contaste de más allá del mar
y las montañas, me advertiste de las flores con espinas, los ratones sabios y los lobos
con corbata, fue creciendo en mí una fuerza nueva y una decisión aún no visible, un día
me trajiste fotografías de sitios lejanos y hermosos, y con ayuda de un par de muletas
me convenciste de dar un paseo, tropecé y me caí más de una vez pero me ayudaste a seguir
adelante, mi refugio me parecía cada vez más incomodo y lúgubre y aprendí a caminar afuera
yo solo, a pesar de sentir mareos, dolores e hinchazones al principio, poco a poco fui tomando
vuelo, hasta que aprendí a pintar y abandoné ese pozo, y recién entonces advertí un péndulo
que oscilaba mortífero donde antes estuvo mi cabeza.
Por eso a vos, que te volviste tan importante en tan poco tiempo, que te confíe y que me confiaste,
que me ayudaste a nacer y a caminar bajo la tormenta, te puedo decir que te estaré siempre en deuda,
que a mis ojos serás siempre una estrella, que estarías en mis plegarias si no fuese ateo, y que si
algún día tu también te encuentras con el alma enclaustrada en una cueva, yo estaré ahi para ayudarte
a salir, pero ahora tan solo puedo decirte gracias y que te amo.