Mi cuerpo, estuche perfecto
al que se acopla la figura
del Stradivarius del tuyo
en cada abrazo,
los arpegios de los corazones
cercanos se trocan
en melodías de ritmo estival
de agitado acento,
sinfonía regia de espíritus
temblores, mentes
ritmo y sangre en sintonía
cuando vibra tu cuerpo
anhelado en mis brazos
y somos tuyo y mía.
Bolívar Delgado Arce