Confusión revoloteando,
entre ramas de alegría,
aquello que no merecía,
en las flores se estuvo posando.
Infortunio o suerte,
siempre me acompañaba,
esta vez que lo vi de cerca,
me mostró su verdadero rostro.
Sintiendo estoy,
y lo haré por un buen tiempo.
Jamás sentiré de nuevo,
con tal tortura,
este bosque de niebla.
Quién fui yo para merecer esto,
siendo yo un alma perdida,
paseando entre hojas afiladas,
que me cortan sin sangre,
sin intención, sin miramiento.