Besa la desnudez de mis hombros
deja caer la seda de la blusa, el encaje del sostén
que tus dientes muerdan…laman…besen
los reducidos girasoles que se yerguen hacia tus labios
Ven…desata los deseos que contienes,
deja en libertad la lujuria y enciéndete
se leña en la hoguera de mi piel
que palpita bajo un torrente de sangre
revolucionada por poseerte.
Ven…deja que mis manos te desvistan
y mi boca recorra lasciva la extensión de tu cuerpo
hasta que el fuego llegue hasta tus huesos.
Ven…ven…no te contengas la vida es ahora…hoy…ya
El mundo está amenazado, la humanidad demente,
Dios distraído y tú y yo dos locos
Tu mirada no miente, mi carne suplica
por el deseo de vivir, de gozarnos y amarnos
con la última esperanza de tocar el paraíso
Tú cautivo en mi centro
yo presa en la trampa de tu lengua
Ángela Grigera Moreno
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