Mujer de cuerpo delgado
cintura de avispa
y cadera de fuego;
de mirada firme, pisada suave
como guirnaldas al viento.
Yo te amo;
con mis sueños en tus sueños,
como a luna mimosa en mis desvelos,
como el agua que se entibia a fuego lento.
Despacito y con dulzura te quiero;
con el corazón flechado
por cupido en su centro,
como pichón al nido
que lo cobijó desde su huevo.
Te amo y te pretendo;
quisiera decirte que tus besos
en mis sueños tengo,
que cuando la lluvia cae y moja mi cuerpo
siento que son tus manos
las que me recorren entero.
Te amo con respeto;
pero el amor que siento
despierta mis deseos,
imaginándome llegar a la luna
cuando mis manos puedan
explorar tus curvas.
¿Cómo decir que no deseo volar
En tus vientos?
Si con ellos llega el aroma de tu cuerpo
llega la sed que no puedo saciar si no te tengo.
Pretender esquivar estos sentimientos,
es negar que el amor existe
y que una mujer como tú
no es un ángel caído del cielo.
Perdóname mujer,
porque quizás soy crudo y directo
pero el amor sin deseo y pasión
es fuera de contexto.
Yamila.